Las leyes más absurdas del mundo… que aún están vigentes en 2025

Aunque parezcan sacadas de una comedia o de un manual de rarezas, varias leyes insólitas todavía forman parte de los códigos legales en distintos países. Algunas tienen siglos de antigüedad, otras fueron creadas por motivos específicos que ya no aplican… pero siguen ahí. Y sí, se pueden hacer cumplir.

Aquí te presentamos algunas de las más sorprendentes:

Singapur y su cruzada contra el chicle

Desde 1992, en Singapur está prohibido mascar, fabricar, importar o vender chicle. La medida busca mantener la limpieza del país, especialmente en espacios públicos como el metro. Las multas pueden alcanzar los 7,000 dólares e incluso llevarte a la cárcel si lo vendes. Un país limpio... pero sin chicles.

Prohibido pedir dulces si eres mayor de 12 años (Virginia, EE.UU.)

En la ciudad de Chesapeake, en el estado de Virginia, hay una ley que prohíbe a las personas mayores de 12 años salir a pedir dulces en Halloween si no van acompañadas por un menor. Esta medida, vigente desde hace años, busca evitar actos de vandalismo, aunque sigue causando polémica por su rigidez.

Nada de lanzar pulpos en Michigan

Parece una escena de película: fans del hockey lanzando pulpos al hielo como símbolo de buena suerte. Pero en Michigan, esto se convirtió en tradición con los Detroit Red Wings… y en 1952 se volvió ilegal. A pesar de las multas o incluso arrestos, muchos aficionados continúan con la práctica.

Las ballenas muertas son propiedad del rey (Reino Unido)

Una ley aún vigente en el Reino Unido establece que cualquier ballena muerta que llegue a sus costas es propiedad del monarca. Según esta norma histórica, la cabeza del animal pertenece al rey y la cola a la reina. Originalmente, esto servía para recolectar materiales como el hueso de ballena, usado en corsetería. Hoy, es una curiosidad legal más que una necesidad práctica.

Aunque muchas de estas leyes rara vez se aplican, su sola existencia nos recuerda que los sistemas legales también tienen su lado surrealista. Algunas se mantienen por tradición, otras por simple olvido. Lo cierto es que demuestran cómo las normas, al igual que las sociedades, evolucionan... o a veces se quedan congeladas en el tiempo.